Hola, Dios te bendiga mucho. Lamento que hace tiempo no publico en el blog, he estado en procesos fuertes en mi vida que no me habían permitido escribir.
¿Alguna vez te has sentido perdido o perdida? Das un paso y no sabes si ese paso que acabas de dar es el que te lleva a la salida de tu laberinto. ¿Cuántas veces nos hemos sentido así? Estamos en un laberinto y nos sentimos completamente perdidos. Todo aparece oscuro y está de noche y solo miras al cielo y ves las estrellas porque son la única luz que puedes ver. Estás perdido o perdida.
Si te sientes así en este momento, quiero decirte que no estás solo ni sola. Es muy probable que haya personas cerca de ti que te aman, te aprecian y son tu apoyo, pero sobre todo, tienes a Dios. Hace años escuché una prédica del pastor evangelista Georgi Abdo donde dijo “Dios siempre es fiel, lo sientas o no lo sientas, él siempre está”. Esa palabra me marcó porque Dios siempre es fiel. La palabra de Dios dice: “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2:13). Aunque estés en medio del laberinto en la noche más oscura y solo puedes ver las estrellas y no sabes qué hacer, ahí en ese laberinto Jehová está contigo. El Espíritu Santo está a tu lado dándote las fuerzas necesarias para continuar.
Dobla tus rodillas delante de Dios, que de tu boca salgan cánticos de alabanza a Cristo, porque cuando alabas se rompen cadenas. Hemano, hermana, estamos viviendo en los últimos tiempos. Conéctate con Dios y pon tu futuro en las manos del creador del universo, del que sabe qué sucederá en tu futuro y sabe qué es lo mejor para ti. Aprendamos a hablarnos la palabra de Dios hasta que nuestra mente la crea. Puedes decirte en medio del laberinto: “No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH” (Salmos 118: 17). Busquemos a Dios de todo corazón y seamos llenos de la paz que solo Cristo sabe dar.
Mi oración hoy para ti es: “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz” (Números 6:24-26).
Comments