top of page
Buscar

Testimonio de mi preparación como docente Parte 2

Chris Jiménez

La semana pasada les conté sobre los mensajes que Dios me dio en mi curso de preparación como docente. Hoy les contaré cómo empezó mi práctica docente este año. Empecé la práctica un lunes. Estaba muy contenta porque iba a observar las clases de la maestra y ella me podía decir cuáles eran los temas que iba a cubrir en el semestre, entre otros detalles. Cuando llego a la escuela no pude ir al salón de la maestra debido a que la escuela había preparado una bienvenida para los estudiantes maestros. Una vez salimos de las charlas, nos dividieron en grupos para que algunos maestros nos enseñaran la escuela. El maestro que me enseñó la escuela se puso impulsivo conmigo debido a un comentario que hice sobre ayudar a una compañera a decorar un área del salón. La forma en que me regañó delante del grupo fue como un padre regañando a su hijo pequeño. Invadió mi espacio personal. Constantemente estuve orando para no llorar del coraje y para no hablarle de forma agresiva, pues como cristianos no debemos hablar de forma agresiva, sino asertiva. El maestro trató de justificar su actitud y le tuve que decir que no iba a hablar del tema con él en ese momento. Todavía estaba con coraje. Fui a ver a la maestra con los ojos llorosos y me preguntó qué había pasado que no había ido a su salón. Le tuve que decir lo de la bienvenida que nos hizo la escuela a los practicantes.

Esa noche no pude dormir bien. Estaba preguntándole a Dios por qué me había pasado eso en el primer día de práctica, en especial con un maestro que me había dado clases. Le escribí a una directora de la Universidad para saber qué medidas debía yo tomar ante la situación. Luego, pedí cita con ella para hablar del suceso. En la cita me dijo que hablara con la maestra y con el supervisor de la práctica para que ellos estuvieran al tanto y velaran el comportamiento del maestro conmigo. También me dijo que anotara todo en el registro anecdótico. Eso hice. Hablé primeramente con la maestra y luego con el supervisor. El supervisor me dijo que botara “la libretita de Sherlock Holmes (detective ficticio)” y que olvidara el suceso pues nadie me contrató para hacerle un reporte a nadie. La maestra me dijo que no estaba en la escuela para fiscalizar a nadie, sino para ser fiscalizada por los demás. En ese momento supe que la práctica docente iba a ser un reto y que no tenía el apoyo de la maestra ni del supervisor. Me quedé en la práctica docente porque ya había hecho un compromiso con la maestra y estaba viendo la práctica como un reto en mi vida.

Aprendizajes que obtengo reflexionando del suceso:

  • Discernir la voz de Dios alertándonos que algo no nos conviene o nos conviene

  • Manejar nuestras emociones y pensar las palabras que hablaremos antes de decirlas para no perjudicar a las personas a nuestro alrededor.

  • Mantener nuestra postura como cristianos pues somos reflejos de Cristo en la tierra.

9 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Post: Blog2_Post

©2020 Un tiempo para reflexionar. Creado con Wix.com

bottom of page